5 de diciembre de 2012


Política de drogas y derechos humanos


EDITORIAL


En drugstore Cowboy –la película de Gus Van Sant sobre un grupo de jóvenes que se dedican a asaltar farmacias– aparece brevemente William Burroughs en el papel de un sacerdote que profetiza sobre el consumo de drogas. Según él –la película ocurre a finales de la década de 1970–, no pasará mucho tiempo antes de que las personas usuarias, socialmente devaluadas y con sus derechos y libertades básicos negados, constituyan el pretexto para desplegar una estrategia policiaca mundial encaminada al control de los territorios en el mapa de la circulación de sustancias ilegales. En este panorama –según Burroughs–, las personas habrán desaparecido tras sus hábitos de consumo, y lo que observará la sociedad serán criaturas prescindibles frente a las cuales el Estado no tiene ninguna obligación de garantizar seguridad o derechos. No necesitamos un análisis muy fino para darnos cuenta de que éste es el punto en que se encuentra el debate actual sobre las políticas de drogas.
La presente edición de dfensor es una ruta de navegación en el tema, pero desde la perspectiva de los derechos humanos, con la convicción de que detrás de las adicciones, las estrategias de combate al crimen organizado y los tabúes en torno a las drogas, lo que permanece son personas: se trata de hombres y mujeres de todas las edades y posiciones sociales cuyos derechos son vulnerados en mayor o menor grado a partir de los estigmas que se construyen alrededor de ellos y su situación en la cadena de producción, distribución y consumo de sustancias todavía ilegales.
Las personas, desde esta perspectiva, dejan de importar por el dolor que experimentan derivado de la adicción y de la falta de comprensión social, a causa de la ausencia de recursos institucionales para que puedan prevenir y atenuar los efectos negativos de las sustancias en sus cuerpos. Y lo que queda son estadísticas: usuarios estigmatizados que no se diferencian por las causas que los llevaron a la adicción, productores y distribuidores de quienes no se analizan las causas que los condujeron a su imbricación con el crimen organizado, familiares en estado de vulnerabilidad debido a la carencia de información médica y tratamientos éticos.
En este sentido, parecería que los números referidos a cantidades decomisadas, a sicarios y capos abatidos, y a operativos militares y policiacos son síntoma de una estrategia exitosa de combate a las adicciones. Al contrario, una política de drogas que se centra en erradicarlas sin atender a los derechos humanos y en encarcelar a las personas que se relacionan con ellas bajo cualquiera de sus modalidades ha fallado completamente.
Al final de la película de Van Sant, la euforia, el riesgo y la camaradería entre quienes han hecho del consumo de drogas un estilo de vida ceden frente al drama carcelario, al abandono y a la incertidumbre sobre un futuro que, sin atención médica, es sólo el del síndrome de abstinencia y la marginalidad. Evidentemente, ésa no es la calidad de vida que querríamos para nadie. Se ha cumplido, entonces, la profecía de Burroughs; pero está en nuestras manos sabotearla desde una perspectiva que enlace seguridad, rehabilitación y prevención con el paradigma de los derechos humanos.

OPINIÓN Y DEBATE
Ilustración: Carlos Castillo del Moral/CDHDF



¿Qué hacer con las drogas?
Por: Arnoldo Kraus
La droga es noticia diaria. La droga y sus vínculos no sólo retratan el mundo sino que lo representan. Los tejidos de la droga son infinitos: desde la miseria como pretexto y  razón para sobrevivir hasta el poder infinito de los capos de la droga, sin soslayar a políticos y derivados policiacos como actores y concesionarios del inmenso negocio de la droga. En medio, los hilos indispensables de esa trama: los consumidores.
Leer completo, pág. 6 


Adicciones: fenómeno paradigmático en salud y trasgresión a los derechos humanos
Por: Félix Aranday Cortés y Enrique Mendoza Carrera


Ilustración: Carlos Castillo del Moral/CDHDF
El uso y abuso de las drogas legales y no legales ha generado un debate incesante que en la actualidad se ubica en un contexto que se refiere al derecho a la salud. La razón es que las drogas producen un inicial efecto placentero, paulatinamente provocan un hábito que cada vez exige una mayor dependencia dañando la salud integral de las personas, causando efectos a mediano y largo plazo, a través de enfermedades crónicas y degenerativas. El fenómeno se agudiza por el crecimiento paralelo del número de personas farmacodependientes y de la producción de las industrias tabacalera y bebidas alcohólicas. Esto implica ubicar el fenómeno desde una perspectiva económica, ya que ambas industrias consideran que se agota su responsabilidad social bajo el supuesto de brindar trabajo a muchas personas y con advertir que estos productos son nocivos para la salud, sin pensar en ningún otro tipo de deuda moral y de trasgresión a la salud y los derechos humanos.


La discriminación de los usuarios de drogas en México
Por: Jorge Hernández Tinajero
Fotografía: Maru Lucero/CDHDF
La mirada estigmatizadora en torno al consumo de drogas ilegales habitualmente considera a las personas usuarias como enfermas o delincuentes que deberían ser apartadas de la sociedad. Esto da pie a una reacción de aislamiento por parte de las y los consumidores, quienes suelen autoexcluirse de las relaciones con instituciones y redes sociales; lo que a su vez genera una dinámica que invisibiliza sus necesidades y derechos, y que limita los mecanismos para su inclusión.

Políticas de drogas y derechos humanos
Por: Juan Machín Ramírez
Ilustración: Carlos Castillo del Moral/CDHDF
Todas las culturas han empleado drogas y su consumo es tan antiguo como la humanidad. Debido a la fuerza y variedad de efectos que producen, las diferentes culturas desarrollaron mecanismos diversos de regulación. Sin embargo, la política prohibicionista se fue desarrollando principalmente en Estados Unidos sobre bases racistas. Por ejemplo, la ordenanza de 1875 en San Francisco prohibía fumar opio por el temor a que hombres chinos engañaran a mujeres blancas en los fumaderos y las llevaran a la perdición... Esta política ha sido impulsada por Estados Unidos –cuando no impuesta al resto del mundo– principalmente mediante convenios, convenciones y declaraciones, como verdadera  cruzada contra las drogas en su autoasignado papel de policía del mundo.


ACCIONES


cdhdf y cidh firman acuerdo  de colaboración institucional
En el marco de las actividades de promoción de los derechos humanos que realiza la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (cidh) en la región, este organismo y la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (cdhdf) signaron un Acuerdo de colaboración institucional con el objetivo de sumar esfuerzos en la salvaguarda de los derechos de las personas en aras de justicia.


Dfensor: 10 años de reflexión
En octubre pasado dfensor cumplió 10 años. Con gran emotividad se hizo la presentación de una edición especial que compiló casi una treintena de artículos de plumas destacadas, con el objetivo de plasmar el camino que ha forjado la publicación en pro del debate en torno a los derechos humanos. Al respecto, las y los académicos y periodistas que participaron en la celebración destacaron la importancia de seguir impulsando en el país espacios libres para la reflexión sobre los derechos de las personas.
Leer nota completa. Pág. 33  http://dfensor.cdhdf.org.mx/DFensor_12_2012.pdf


Conmemoran a Digna Ochoa y analizan retos de defensores de derechos humanos
El pasado 18 de octubre se llevó a cabo en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (cdhdf) el foro Conmemorando a Digna Ochoa, con el propósito de rendir homenaje al legado de tenacidad y lucha por la defensa de los derechos humanos que, como mujer y defensora, Digna Ochoa y Plácido dejó a todas las personas que trabajan día a día por los mismos ideales y a la sociedad en su conjunto.
Leer nota completa. Pág. 35  http://dfensor.cdhdf.org.mx/DFensor_12_2012.pdf


RECOMENDACIÓN 8/2012
Afectación a prestadores del servicio público de pasajeros en las rutas 2 y 98


RECOMENDACIÓN 10/2012
Deficiencia en la determinación de una averiguación previa por parte de la pgjdf


Diez años de transparencia y rendición de cuentas en la cdhdf
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (cdhdf) señala que la rendición de cuentas y la transparencia constituyen una obligación de los entes públicos y un derecho de las y los ciudadanos. Al ser un organismo defensor de derechos humanos, la adecuada administración y rendición de cuentas en sus actuaciones se convierte en un factor determinante para su conducción institucional.


REFERENCIAS


Primera encuesta de usuarios de drogas ilegales en la ciudad de México
Ilustración: Carlos Castillo del Moral/CDHDF
Con el fin de tener un diagnóstico actualizado sobre los retos actuales en la ciudad de México en el campo del uso, abuso y dependencia de drogas, el Colectivo por una Política Integral hacia las Drogas (Cupihd), A. C., realizó esta encuesta para aportar un análisis cuantitativo y cualitativo de aspectos que no son considerados en las encuestas oficiales en la materia. La Encuesta de Usuarios de Drogas Ilegales (eudi) tiene los objetivos de explorar: 1) la relación que las y los usuarios establecen con las drogas, así como los riesgos y daños recurrentes durante su proceso de consumo; 2) el impacto en sus relaciones con otros actores de la sociedad, principalmente familiares, autoridades, especialistas en adicciones y pares usuarios, y 3) el grado de desconocimiento de sus derechos y responsabilidades legales como personas usuarias y los lugares dónde pedir atención en caso de tener problemas por el uso de drogas.


Guía legal de usuarios de drogas

Ofrece información sobre los derechos y las responsabilidades legales de las y los usuarios de drogas ilícitas establecidos en la Ley para el Combate al Narcomenudeo. La ley no permite la posesión de drogas, lo que señala es que si las personas las portan en ciertas cantidades y circunstancias no deberán ser procesadas penalmente. También hace la diferencia entre consumidores, farmacodependientes y delincuentes. Esto es importante para conocer y defender los derechos fundamentales de estas personas, los cuales están consagrados en la Constitución mexicana.


(Des) proporcionalidad y delitos contra la salud en México
Por: Catalina Pérez Correa


Ramona es una mujer de 67 años que sufre de ligero sobrepeso. Su cara está arrugada y sus ojos tristes, pero sonríe cuando me mira. Cuando lo hace se asoman unos dientes amarillos y gastados. Su uniforme beige y naranja le queda ajustado en la cintura pero de todas formas tiene que doblar las largas mangas de la sudadera blanca que lleva debajo del uniforme. Llegó a la cárcel sin saber leer ni escribir, pero ahí terminó la primaria
De septiembre de 2010 a julio de 2011 (un periodo de 11 meses), la Procuraduría General de la República (pgr) reportó la detención de 28 764 personas por delitos contra la salud. De acuerdo con la pgr,  durante 2010 se despacharon en las agencias del Ministerio Público federales del país 138 895 averiguaciones previas, de las cuales, 57 584 (41.4%) fueron por delitos contra la salud. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi), en 2010 hubo en México 20 989 sentencias condenatorias por delitos contra la salud. La abrumadora mayoría de estas sentencias son por delitos de posesión en pequeñas cantidades de marihuana o cocaína;  consumidores equiparados a narcomenudistas como lo es Ramona. 

Adicciones en México
Ilustración: Carlos Castillo del Moral/CDHDF
La más reciente Encuesta Nacional de Adicciones (ENA) 2011 revela que actualmente el consumo del alcohol es el principal problema de adicción en el país. En cuanto al uso de drogas ilícitas, evidencia que éste se ha mantenido estable con respecto a la misma medición realizada en 2008; asimismo, que existe una epidemia de tabaquismo focalizada en personas adolescentes, adultos jóvenes y mujeres.
Consulta el comparativo de los principales resultados de la ENA en la última década. Pág. 60

Consumo de drogas: un problema de salud más que de seguridad pública

Fuente: CNN México. 
“Nosotros sabemos que las drogas son dañinas para la salud; entonces, ¿por qué debemos legalizarlas? Si sabemos que son peligrosas para la salud de los ciudadanos, hay que desarrollar políticas que no sólo limiten su circulación sino que además puedan atender los problemas de salud que genera su consumo”, declaró en entrevista para dfesnor  Antonio Luigi Mazzitelli, representante regional para México, Centroamérica y el Caribe de la Oficina de las Naciones unidas contra la Droga y el Delito.













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